Como seguramente ya sabréis, cuando nacemos nos asignan una cosa que se llama género (hombre o mujer) en función, básicamente de lo que tenemos entre las piernas.

¿Te identificas con el género que te asignaron al nacer?

Bien, pues déjame decirte que eres cisgénero. En cambio, hay personas que no nos identificamos con el género que nos asignaron al nacer, lo que llamamos ser transgénero.

Dentro de esta segunda definición hay un gran abanico al que pasaremos a llamar TRANS*. Están por un lado las mujeres trans y por otro los hombres trans, pero también existen personas que no se identifican con este sistema dicotómico y son las personas trans no binarias. Por poneros algunos ejemplos: género neutro, ágenero o pangénero.

¿Cómo podemos referirnos a las personas TRANS*?

Pues muy fácil, usando el pronombre con el que se identifiquen. Algunas querrán usar el femenino (ella), otras el masculino (él), otras el neutro (elle) y a otras les dará igual cual uses o te pedirán que uses alguno en concreto. Ese es el comienzo, al principio costará un poco, pero tarde o temprano te acostumbras a usar lenguaje inclusivo y adaptado a la persona con la que estés hablando.