El 1º de mayo, Día Internacional del Trabajo.

Desde que hace 129 años se celebrara por primera vez el Día Internacional del trabajo, muchos han sido los logros que gracias a la fuerza demostrada por los obreros, se han conseguido, como la reclamada reducción a 8 horas de la Jornada laboral, que por aquel entonces era de entre 12 y 16 horas.

Este año se conmemoran los 40 años de la aprobación de la Constitución española que recoge en su artículo 35.1 “el deber de trabajar y el derecho al trabajo” con “una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia”. Celebramos el 1º de Mayo con una tasa de paro juvenil del 36,3% sobre la mesa, según la última Encuesta de Población Activa (EPA): de los 3,76 millones de parados en nuestro país, el 14,8% son jóvenes menores de 25 años.

No podemos olvidar el  carácter reivindicativo de este día. Si algo caracteriza el empleo joven, es la precariedad, provocada fundamentalmente por la temporalidad, la parcialidad y los salarios insuficientes. Las condiciones laborales de este colectivo quedan perfectamente reflejadas en los datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España. Algunos de los datos que arrojan son:

  • Solo un 7,6% de los contratos formalizados en el primer semestre de 2017 entre la población menor de 30 tuvo carácter indefinido, lo que significa que el 92,4% fueron de carácter temporal.
  • Si analizamos el tipo de jornada que tienen las personas jóvenes, nos encontramos con que un 16,9% trabaja menos de 10 horas a la semana y un 17,9% está subocupado.
  • Un 47,7% desempeña un puesto de trabajo de inferior cualificación a la formación que posee.
  • Y por último, hablamos de un salario medio de 10.780€ netos anuales.

Todos estos datos nos llevan a que un 37,6% de la población menor de 30 años en nuestro país se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social.

En palabras de Víctor Reloba, Vicepresidente y Responsable del Área Socioeconómica del CJE, “urge derogar las dos últimas reformas laborales para poner fin a la precarización del mundo del trabajo porque esta situación es insostenible porque niega la posibilidad de una vida digna a nuestra generación”

España lidera el paro juvenil dentro de la OCDE con casi un 40% de jóvenes desempleados lo que supone más del triple de los países que componen esta organización. Tanto la reforma laboral como las políticas de empleo han acentuado la precariedad y el desempleo para el colectivo.

Scouts de España, al igual que el Consejo de la Juventud de España, reclama como mejoras:

  • La subida del Salario Mínimo Interprofesional, en cumplimiento de la Carta Social Europea, hasta los 1.000€ en este año;
  • La inspección y penalización de la temporalidad y la precariedad en los contratos de trabajo, recuperando el principio de presunción de indefinición del contrato, tal y como recoge el artículo 15.1 del Estatuto de los Trabajadores;
  • Un mayor control del buen uso de las becas y prácticas curriculares y la laboralización de las extracurriculares;
  • Así como la recuperación y garantía de los derechos laborales.

Desde Scouts de España hacemos un llamamiento a los y las jóvenes a participar en las manifestaciones convocadas en las diferentes ciudades españolas para denunciar su precaria situación laboral y para exigir políticas eficaces que garanticen un empleo de calidad y con derechos, tal y como recogen la Constitución española, el Convenio 122 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la propia Declaración Universal de Derechos Humanos.

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