Los derechos de la infancia

El 20 de noviembre se celebra el Día Universal de los Derechos de la Infancia, una fecha que nos recuerda cada año que los derechos de niños y niñas aún no están universalmente garantizados. En esta jornada se conmemora la fecha en que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en 1959 y la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989. Este último documento es el instrumento jurídico internacional más importante en materia de derechos de la niñez.

Conscientes de la necesidad de difundir su contenido, Scouts de España trabaja para dar a conocer los principios y disposiciones de la Convención, tanto a los adultos como a los niños y niñas. ¿Nos acompañas por este recorrido?

Pasos en los derechos hacia la infancia
La Convención es el resultado de un largo proceso en el que muchas personas y organizaciones motivaron acciones que favorecieran los derechos humanos de la niñez. Esto llevó a que la entonces Liga de las Naciones (antecesora de la Organización de Naciones Unidas) elaborara en 1924 una Declaración, documento base para la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de la Niñez de 1959. Este texto incluía diez principios, que con el tiempo se vieron insuficientes para proteger los derechos porque no tenía carácter obligatorio.

La ONU señala que “en 1978, el gobierno de Polonia presentó ante las Naciones Unidas la versión provisional de una Convención sobre los Derechos de los Niños y Niñas”. Fueron necesarios más de diez años de negociaciones entre gobiernos de todo el mundo, ONGs y otras instituciones para lograr el texto final.

La Convención
La suscripción de la Convención constituye un hecho histórico en el reconocimiento de los niños y niñas como sujetos de derechos y ya no sólo como objeto de protección. Por vez primera se habla de derechos y se recogen mecanismos de control para el cumplimiento de los mismos.

La Convención se convirtió en Ley en 1990 tras ser firmada y aceptada por 20 países, entre ellos España. Hoy el texto, de obligado cumplimiento, ha sido aceptado por todos los países excepto dos: Estados Unidos y Somalia.

La Convención tiene 54 artículos que reconocen que todos los y las menores de 18 años tienen derecho al pleno desarrollo físico, mental y social y a expresar libremente sus opiniones. Este documento se convierte además en un modelo para la salud, la supervivencia y el progreso de toda la sociedad y exige la prestación de recursos, aptitudes y contribuciones específicos necesarios para garantizar al máximo el desarrollo de la infancia, entre ellos la creación de mecanismos para proteger a la infancia contra el abandono, la explotación y los malos tratos.

En definitiva, la Convención recoge aspectos tan claros como que los niños y niñas son personas que tienen el derecho a una educación, al cuidado y protección, a divertirse, a aprender, a expresarse, a ir a la escuela, a recibir cuidados médicos y a una alimentación para garantizar su desarrollo en todos los aspectos, independientemente del lugar donde hayan nacido.

Sin embargo, pese haber transcurrido 19 años desde que se aprobó la Convención, hay millones de niños y niñas que no ven cumplidos estos derechos, lo que convierte en prioritario “dar a conocer ampliamente los principios y disposiciones de la Convención por medios eficaces y apropiados, tanto a los adultos como a los niños”, tal como señala el artículo 42.

Derechos de la Infancia en España
España tampoco es una excepción, y si bien la situación de la infancia en nuestro país se ha ido dotando de más y mejores recursos para garantizar el cumplimiento de los derechos recogidos en la Convención, no podemos afirmar que todos los niños y niñas disfrutan de sus derechos.

«Todavía no se ha logrado que la Convención sea lo suficientemente conocida (…) y en los ámbitos en los que se conoce, es considerada como una mera declaración de intenciones y no como un instrumento jurídico de obligado cumplimiento», señala Ángel Hernández Martín, director de la Plataforma de Organizaciones de Infancia.

Son diversos y numerosos los aspectos en los que hay que seguir trabando antes de poder celebrar el cumplimiento de la Convención. Algunas de las principales áreas de trabajo, según destacan desde la Plataforma de Infancia, se centran en el entorno familiar, la situación de menores extranjeros no acompañados,medios de comunicación y TIC, violencia, educación, participación infantil, justicia juvenil, pobreza y exclusión social y salud básica y bienestar.

Si quieres conocer con mayor amplitud el estado de la infancia en España, pincha aquí y podrás leer la información elaborada desde la Plataforma de Infancia.

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