Del sufragio femenino a las políticas de igualdad de género

El 1 de octubre de 1931 las Cortes Generales aprobaban el sufragio femenino en España. A partir de ese momento, se reconocía el derecho al voto de todas las mujeres mayores de 23 años. La principal impulsora de esta medida fue la diputada Clara Campoamor, que tuvo que enfrentarse a la oposición de buena parte de sus compañeros del Congreso. Finalmente, 161 diputados respaldaron el voto femenino, frente a 121 noes. Este fue el primer paso para la igualdad jurídica de la mujer en España, que se materializaba el 19 de noviembre de 1933, cuando pudieron acudir por primera vez a las urnas en todo el territorio nacional. Unos días antes, el 5 de noviembre, ya lo hicieron en Éibar (Guipúzcoa) para votar en un referéndum autonómico.

Este reconocimiento contribuyó a la implantación de una democracia real en España, que actualmente disfrutamos, y que está muy relacionada con el Escultismo, como ya nos contaba nuestra corresponsal scout Laura Marcano en su artículo “¿Democracia y Movimiento Scout?”. Esta relación viene porque uno de los principios del Movimiento Scout es que cada persona debe asumir la responsabilidad de desarrollar sus capacidades y realizar servicios a la sociedad y uno de esos servicios es, sin duda, el de elegir a sus representantes políticos a través del voto.

El Escultismo, dando pasos hacia la igualdad real

91 años después de esa tensa sesión en las Cortes, la situación de las mujeres es muy distinta a la que tenía en la sociedad española de los años 30, pero todavía quedan pasos que dar en pro de la igualdad de género, por eso, desde Scouts de España, en su compromiso por construir un mundo mejor y dando así cumplimiento a uno de los Objetivos de Desarrollo  Sostenible de la Agenda 2030, publicó en noviembre de 2021 la Política de igualdad para el Voluntariado.

Este documento constituye un conjunto ordenado de medidas, adoptadas a partir de un diagnóstico de situación, tendentes a alcanzar en la organización la igualdad de trato y de oportunidades entre géneros y a prevenir la discriminación por razón de sexo. Con su consecución, se busca, además, apoyar la construcción de sociedades prósperas y sostenibles, que en el ámbito del voluntariado se encuentra relacionado con el impulso de entornos seguros, no discriminatorios y enfocados a la mejora continua.

Aprobada en noviembre de 2021, la Política de Igualdad para el voluntariado de Scouts de España tendrá una vigencia de 4 años, hasta noviembre de 2025, e incluye propuestas en materias tan importantes para la entidad como la educación, la estructura y participación, la formación y la comunicación. Puedes consultarla aquí.