Decálogo de la salud mental

La Organización Mundial de la Salud define la salud mental como “el estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera, y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Pese a la importancia crucial que la salud mental tiene en el desarrollo y forma de interactuar de las personas con su entorno, esta ha sido considerada un tabú o algo sin importancia durante gran parte de la historia. Afortunadamente, y de manera cada vez más normalizada, la salud mental está empezando a tener un gran protagonismo en nuestra vida cotidiana, especialmente entre las personas más jóvenes.

Aquí tienes 10 consejos básicos para intentar tomar más conciencia de la importancia de esta parte esencial del bienestar de las personas.

Decálogo para una buena salud mental

 

  1. Intentar hacer un seguimiento de cómo te sientes durante el día o de los momentos en que no te encuentres bien (puedes escribir un diario, o simplemente apuntar en un cuaderno aquellos momentos en los que te encuentres especialmente agobiado, triste…). Ser consciente de tus emociones y de su evolución puede ayudarte mucho a gestionarlas en el futuro. Algo que quizá pueda servirte de ayuda es elaborar un “calendario emocional”, donde asocies un color a los estados de ánimo que sientas más frecuentemente y vayas marcando cada día según te hayas sentido.
  2. Compartir con la gente de tu alrededor cómo te sientes. A veces, cuando hay un conflicto o situación que te tiene muy atascado, viene muy bien una segunda opinión para aclararse un poco, ¡así que no dudes en hablar de cómo te sientes con algún amigo, familiar o persona de tu alrededor!
  3. Hacer ejercicio e intentar llevar una vida saludable. Multitud de estudios han demostrado cómo el ejercicio físico, tener una rutina de sueño adecuada y una dieta equilibrada influyen notablemente en nuestro estado de ánimo, así que, si no habías encontrado una excusa suficientemente buena para ponerte a ello, ¡aquí está!
  4. Establecer objetivos realistas. Sentir que has sido todo lo productiva que podías en cualquier proyecto es siempre un sentimiento muy gratificante, pero es esencial saber definir y establecer tus metas según tu situación para evitar sobrecargarte de trabajo. También es crucial ser consciente de que quizá no todas las decisiones o responsabilidades que adquieras a lo largo de tu vida dependerán de ti al 100%, por lo que no cumplir lo que “se espera” que hagas no significa que tu trabajo sea inútil o incorrecto.
  5. Tener aficiones fuera del trabajo o los estudios. Sentirte realizada con el trabajo que haces es importante, ¡pero de igual manera lo es hacer cosas que te motiven fuera de esos círculos! No hace falta que seas un experto en dibujar, tocar algún instrumento o coser, solo hacen falta las ganas.
  6. Saber desconectar de las redes. Las nuevas tecnologías te permiten estar conectado con todo el mundo en cualquier lugar, pero nunca está de más dejarlas un poco de lado a veces para evitar la sobreinformación, y aprovechar para dedicarte un poco de tiempo a ti mismo.
  7. Hacer caso a las señales físicas. En muchos casos, en situaciones de agobio o estrés el cuerpo reacciona de determinadas maneras y es importante aprender a identificarlas y entenderlas para poder sentirnos mejor.
  8. Cuidar de las relaciones interpersonales. ¡Tan importante es sentirte bien contigo misma como sentirte bien respecto a las demás personas! Intentar alejarte de ambientes que no te hagan sentir cómodo en la medida de lo posible y cuidar y prestar atención a la gente importante de tu alrededor es crucial para poder vivir en un ambiente seguro.
  9. Entender que las cosas cambian (y eso no tiene por qué ser malo). En ocasiones, olvidamos que las personas y las relaciones están en constante transformación y que, lo que un día estaba claro y cristalino, puede no serlo al día siguiente.
  10. Si sientes que tu problema va más allá, hablar con una profesional. No tengas miedo a hablar del tema no solo con las personas más cercanas a ti, sino con alguien que es experta en esto. Puede ser algo de mucha ayuda para tu salud mental actual y la del futuro.

 



 

 

 

 




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