Bajo el mismo techo: jóvenes viviendo en casa hasta los 35

Todas y todos hemos respondido a la pregunta de qué planes de futuro tenemos, y si no eres partícipe de esta cuestión es porque está por llegar. Cada persona es un mundo, pero lo más común es que opten por responder: tener una casa enorme junto a un jardín, una posible mascota además de una piscina, entre otras cosas. Las personas jóvenes tenemos un hogar donde vivir, puede que sin jardín ni piscina, pero disponemos de un techo, conviviendo con nuestros padres hasta a una edad avanzada.

Jóvenes Scouts Playa

Es muy bonito cuando volvemos de un campamento o excursión y que nos tengan preparada la comida nada más llegar pero, si no están ellos, ¿quién está? Y si vives con tus padres ya con una edad adulta, ¿te estás aprovechando de ellos? ¿Hasta qué punto tiene ventajas y desventajas la convivencia entre adultos más y menos jóvenes de la misma unidad familiar? Existen varios motivos que responden a la cuestión de si se trata de una elección nuestra o una forma de sobrevivir para no acabar en la miseria.


¿Necesidad o elección?

En España la posibilidad de la emancipación por parte de la población joven es de gran dificultad, hasta tal punto que se puede considerar casi un privilegio. Según Eurostat, el 64 % de las personas entre los 25 y 29 años vive con sus padres. Este conflicto genera preocupación, especialmente cuando hablamos de personas con 35 años de edad sin poder independizarse por diversos motivos.

La escasez de recursos económicos es uno de los factores que lleva a la convivencia con los padres, a falta de un puesto de trabajo bien remunerado no queda otra opción que depender de ellos. Por ejemplo, los contratos de carácter temporal en Cataluña corresponden a un 85% de los nuevos contratos, por lo que hay pocas oportunidades en el mundo laboral respecto a un puesto fijo. Este tipo de casos se da en el resto del país, y si se consigue el dinero suficiente para emanciparse, es más frecuente el alquiler que comprar, siempre y cuando te lo puedas permitir.

Otra causa puede deberse a que las relaciones entre padres e hijos sean más unidas y satisfactorias a lo largo del tiempo. Si comparamos con décadas anteriores, las relaciones familiares se han vuelto un poco más empáticas: este resultado puede explicar la decisión de convivir con tus progenitores, siempre y cuando ese vínculo sea sano por ambas partes, donde cada uno aporte en dicha convivencia.

Una oportunidad

A su vez, se puede considerar como una comodidad el saber que tus padres pueden ser un recurso para que así progreses en la autosuficiencia. Tienes cierta dependencia de ellos, pero esta oportunidad de independizarte te permite avanzar en tus objetivos personales, hasta que puedas llegar a un punto de ser totalmente independiente y seguir avanzando en dichos objetivos sin estar sujeto a los padres.

Madre e hija

Los jóvenes de este país queremos tener la oportunidad y la accesibilidad a una vivienda bajo nuestra gestión sin obstáculos de por medio para una mejor calidad de vida según qué preocupaciones y problemas queremos abordar. Vivir con nuestros padres hasta la edad de los 35 tiene sus ventajas y desventajas, siendo una necesidad o una elección vivir juntos bajo el mismo techo.


Bibliografía:

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