Ecuador es un país situado en la parte noroeste de América del Sur. Limita al norte con Colombia, al sur y al este con Perú y al oeste con el océano Pacífico. El país tiene una población de casi 15 millones de personas y consta de 24 provincias. Posee una gran diversidad étnica, racial y lingüística. Está habitado por más de una docena de pueblos indígenas (A´i Cofán, Kichawa, Shuar, etc) cada cual con su propia lengua, por el pueblo afro-ecuatoriano y por población mestiza.

Por otra parte, es uno de los lugares con  mayor biodiversidad del planeta, atravesado de norte a sur por la imponente cordillera de Los Andes, en cinco horas de recorrido por su territorio continental es posible desplazarse desde las nieves perpetuas que coronan a sus montañas (algunas a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar), hasta la Amazonía o el Océano Pacífico. En esas cinco horas también es posible atravesar varios ecosistemas únicos en el mundo. Ah! Y no nos olvidemos de las islas Galápagos, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por hospedar una fauna y una flora únicas en el planeta.

Este país de gran belleza y de grandes contrastes es también según algunos datos de Unicef-Ecuador una de las sociedades más desiguales del planeta. Quizá unos de los problemas más graves a los que se enfrenta la sociedad ecuatoriana son la desigualdad social y la exclusión cultural ya que amenazan entre otros los derechos de las niñas, niños y jóvenes. La migración internacional (principalmente a EEUU y a Europa) ha sido la salida que muchos hogares ecuatorianos han encontrado frente al desempleo y el deterioro de la calidad de vida.

Aunque por una parte el movimiento indígena ha tenido un papel protagónico en la escena política ecuatoriana por sus derechos colectivos y la afirmación cultural de su identidad. En las regiones con poblaciones mayoritariamente indígenas se presentan a su vez las más altas concentraciones de pobreza extrema con secuelas graves de desnutrición, analfabetismo, el más alto índice de muerte materno infantil.

En las últimas décadas la región latinoamericana ha presentado logros en el campo político, con democracias constitucionales en todos los países, gradual reducción de la pobreza y un crecimiento económico lento pero persistente. Estos logros de mayor bienestar, sin embargo, no esconden la persistencia de graves desigualdades que tienen raíces estructurales, culturales, económicas y políticas históricas y que se han potenciado con la actual globalización.

Esta nueva situación coloca un fuerte desafío para la vigencia de los derechos humanos en vista de que el Estado reconoce su responsabilidad en la promoción, garantía y protección de los derechos de las personas sin discriminación alguna, generando mecanismos y políticas a tal efecto. En general en toda América Latina y el mundo observamos un retroceso en la situación de los derechos de las mujeres, incluyendo en Ecuador. Se pueden mencionar varios aspectos críticos en la lucha por sus derechos de las mujeres ecuatorianas.

La violencia contra las mujeres es un gran problema no resuelto. La violencia de género en sus diferentes manifestaciones, violencia sexual, violencia física, psicológica, económica o patrimonial y en sus diferentes escenarios de expresión, intrafamiliar, pública, laboral, constituye una forma de discriminación y violación a los derechos de las mujeres.

Algunos datos abrumadores (Cabrera, 2011) arrojan cifras tales como: 83.000 mujeres al año sufren en Ecuador algún tipo de violencia física, psicológica o sexual, 7.000 mujeres al mes son agredidas y 230 por día.

El derecho a vivir una vida libre de violencia, los derechos sexuales y reproductivos y el derecho a una ciudadanía política de mujeres indígenas y afrodescendientes siguen siendo vulnerados. La creación de la Organización de Mujeres Indígenas y Campesinas fue motivada por los altos índices de violencia intrafamiliar de que eran víctimas, sumada a la violencia pública por su condición de indígenas. Los datos consultados señalan que las mujeres indígenas son en mayor proporción víctimas de violencia. Al maltrato físico y psicológico continuo en el hogar, se suma la exigencia de trabajos pesados en el campo y en las labores domésticas y las prohibiciones para salir, estudiar o para participar con su propia voz en las actividades organizativas.

Otro problema grave respecto a la situación de las mujeres en Ecuador es la Trata y Explotación Sexual. La mayoría de las víctimas de trata de Ecuador son mujeres a quienes se transporta dentro del país desde las zonas fronterizas y el altiplano central a los centros urbanos para explotación sexual comercial, trabajos domésticos en servidumbre, mendicidad forzada y trabajo forzoso en minas y otras tareas peligrosas. Pero también nos encontramos casos en los que las trasladan a diferentes países como Colombia, Perú, Venezuela y Europa Occidental.

Para finalizar nuestro pequeño recorrido no queremos pasar por el alto los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que como muchos/as de vosotros/as sabéis, fueron establecidos en el año 2000 durante la Cumbre del Milenio por 189 países que asumieron así un compromiso para liberar a millones de personas de las “condiciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema y garantizar su derecho al desarrollo”.  En cuanto a la consecución de los ODM en Ecuador, todavía queda un largo recorrido para algunos de ellos:

Reducir la pobreza extrema y el hambre. No se han producido avances significativos para alcanzar la meta lo que en algunos casos ha hecho que se considere una década perdida.

 

Lograr la enseñanza primaria universal. Señalar el estancamiento en la erradicación del analfabetismo, así como sus sostenidas brechas según sexo, condición étnica y área de residencia constituyen otro problema a abordar.

 

Reducir la mortalidad infantil. En el contexto latinoamericano, la tasa de mortalidad de la niñez del Ecuador se encuentra entre las de más alta magnitud.

 

Combatir el VIH-Sida, el paludismo y otras enfermedades (logo ODM 6, adjunto en mail). Lamentablemente, no se ha podido detener el avance y peor aún reducir la incidencia del VIH/Sida.

 

Garantizar el sustento del Medio Ambiente Ecuador está entre los países de la región con mayor pérdida de superficie natural y deforestación.

 

Infancia y juventud

Ecuador es una nación de gente joven. La población menor de dieciocho años representa al 41% de los  más de 12 millones de habitantes que pueblan el territorio. Los retos que enfrentan los niños y niñas en su desarrollo físico, emocional e intelectual varían con la edad.

En Ecuador, el Observatorio de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia trabaja, apoyado por UNICEF, para medir el cumplimiento de los derechos de la Infancia mediante los «índices de los derechos de la niñez» (o IDNs).  Los IDNs miden cómo el país está o no cumpliendo los derechos de la Infancia y adolescencia en cuanto a supervivencia, salud y educación, y ayudan a revelar dónde están las barreras sociales, económicas o culturales que impiden que los niños y niñas ejerzan sus derechos.

A continuación vamos a presentaros muy brevemente la situación de la infancia y de la juventud de Ecuador en temas de salud, educación, trabajo infantil y por supuesto Ocio y tiempo libre.

Tal y como recoge la Convención de los Derechos de la Infancia, los/as niños/as tienen derecho a disfrutar de salud y a tener acceso a servicios médicos. Lamentablemente, diversos informes arrojan que la salud de los/as niños/as en Ecuador sufre déficit de higiene y de cobertura sanitaria así como una inadecuada alimentación. Aún así en los últimos años se ha observado una disminución de la desnutrición crónica (del 30% al 23%) principalmente en las zonas urbanas.

Existe también un alto índice de la violencia contra la infancia y la juventud que lamentablemente se traduce en una de las principales causas de defunción en algunas provincias de Ecuador en el grupo de 5 a 14 años de edad. El maltrato encadenado en diferentes manifestaciones como son las agresiones físicas y psicológicas, la violación o el abuso sexual; continúa siendo una realidad masiva y habitual que afecta a toda la realidad ecuatoriana, y de manera especial a los niños y niñas.

Si nos centramos en temas de educación (formal) nos encontramos situaciones de analfabetismo funcional (jóvenes de 15 años o más con 3 años o menos de educación general) que suelen tener una cariz más agudo en las provincias con mayor población indígena y afroamericana y que es aún mayor en el caso de la población femenina, lo que refleja una situación estructural de desigualdad y discriminación. Esta situación a veces se reforzada por la necesidad de muchos niños/as y jóvenes a complementar los ingresos familiares abandonado a edades muy tempranas la escuela.

No queríamos dejar pasar este punto sin hacer una reflexión sobre el trabajo infantil. Este no está ligado solamente a la pobreza, como normalmente se cree, sino que también está vinculado a normas culturales o vinculadas a la autonomía. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT)  existen diferencias considerables entre las numerosas formas de trabajo realizadas por niños/as. No todas  ella deben clasificarse como trabajo infantil que se ha de eliminar. El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños/as de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico (atenta contra su salud, interfiere en su escolarización, etc). Tened siempre en cuenta que para calificar de ‘trabajo infantil’ una actividad específica muchas cuestiones que en algunos casos varían de un país a otro (edad, actividad, horas, etc) u otras de carácter más objetivo como como saber si están sometidos a situaciones de esclavitud o son separados de su familia, expuestos a graves peligros y enfermedades, etc.

Por ultimo pero no por ello menos importante hemos querido dejar para el final son los espacios de ocio y tiempo libre con los que cuentan los/as niños/as y jóvenes de Ecuador. Según recogen algunas encuestas e investigaciones de carácter local, no todos cuentan con alternativas de ocio y tiempo libre, especialmente en las zonas rurales.

A pesar de todos estos datos que parecer ofrecer una imagen un tanto negativa del país, la realidad es que existe una sociedad activa que se organiza para dar respuesta a sus necesidades y de la queremos que conozcáis un poco más. A continuación podréis saber más sobre ello.

Esta es la respuesta de la sociedad frente a lo que sucede

Ecuador es el primer país de  Latinoamérica en conseguir eliminar el trabajo infantil en los basurales. Este logro ha permitido que más de 2000 niñas, niños y adolescentes tengan mejores oportunidades de vida  asegurando su acceso a programas de educación, salud y sana recreación, entre otros. Todos ellos, se mantienen fuera del trabajo infantil y tanto ellos como sus familias han podido acceder a nuevas oportunidades para mejorar su calidad de vida gracias al trabajo conjunto del Gobierno, Municipios, empresas privadas y organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo-OIT y  el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia-UNICEF.

La implementación de los planes de inclusión y permanencia en educación básica ha permitido que por ejemplo durante 2010 el 99% de niñas, niños y adolescentes, un total de 3.227, de la provincia de Esmeraldas tengan garantizado su derecho a la educación. La reapertura de 57 escuelas cerradas por falta de maestras y maestros ha sido posible gracias a la participación de toda la comunidad a favor de la educación.

El proyecto “Infancia sin violencia” de Save the Children pretende fortalecer los sistemas de protección de la infancia y cambiar la realidad de los niños y niñas que sufren la violación y/o vulneración de sus derechos.  Se centra en los problemas que generan en la infancia conflictos como los desplazamientos forzados internos o el refugio en las fronteras con Colombia y Perú. A través de organizaciones de la sociedad civil informa a niños y familias de los canales de atención y los servicios de protección a los que pueden acceder beneficiando así a 60.000 niños y niñas.

En los últimos años se han producido importantes avances en relación al derecho a la identidad y el registro de nacimientos. En el año 2011 se han instalado 30 unidades del registro civil en los hospitales públicos de 18 provincias, lo que se traduce en 15.000 niños y niñas menores de 5 años a quienes se les ha provisto del primer paso para el cumplimiento de su derecho a un nombre, identidad y ejercicio ciudadano.

En cuestiones de género también se están consiguiendo algunos avances. En la actualidad los ministerios establecen presupuestos sensibles a los asuntos de género, y los recursos destinados a la igualdad de género se han triplicado en comparación a 2010. En Ecuador, ONU-Mujeres ha apoyado los esfuerzos para reformar el sistema ancestral de la justicia indígena en las comunidades kichwas de la provincia de Imbabura, para responder mejor a los casos de violencia contra las mujeres. Las mujeres indígenas crearon un conjunto de «Reglas para una buena convivencia» y actualmente está siendo utilizado por las comunidades. A raíz de una invitación de la Secretaría del Plan Nacional para Combatir la Violencia contra la Mujer, las mujeres líderes indígenas presentaron su experiencia como un ejemplo exitoso de formas de frenar la violencia de género en las comunidades indígenas.

ONU-Mujeres apoyó los esfuerzos sostenidos en el Ecuador para redactar una constitución más incluyente y democrática, respondiendo a las demandas de las mujeres en temas como los derechos reproductivos, la protección contra la violencia de género y la igualdad de género en los procesos electorales, el mercado de trabajo y la educación. La movilización dio sus frutos: el 95% de las demandas fueron incluidas en el texto de la Constitución de 2008.

Los Cascos Rosas, una red de hombres jóvenes unidos contra el machismo, surgió al final de un programa de sensibilización contra la violencia de la ONG Acción Ciudadana por la Democracia y el Desarrollo. A día de hoy son 34 chicos de todo Ecuador los que participan de la red, un número que se va incrementando con rapidez.